¿Qué es el Qi? Una forma particular de verlo

En nuestro último vídeo de la serie Hablamos de abordamos un tema siempre complejo de explicar, pero del máximo interés para los practicantes de artes marciales chinas, nos referimos al QI. En esa ocasión nos adentramos en una visión que se acerca a la lógica científica, sin perder su esencia misteriosa, algo que escapa a una racionalización profunda del término.

El Qi o Chi es un concepto trascendental en las artes marciales chinas y más allá, pero su explicación puede ser tan compleja como abstracta. Es fundamental en la práctica marcial, sin embargo, su comprensión se suele difuminar entre explicaciones fantasiosas y definiciones nebulosas, perdiéndose en ideologías, historias e ideas no probadas.

Cuando hablamos de Qi nos referimos a muchos elementos, pero sobre todo a una sensación, a una capacidad, a algo que permea todo y que se manifiesta en cada individuo de manera distinta. En este sentido, el Qi es interpretado como vitalidad. Desde la perspectiva china, todo es Qi, todo es energía, y aunque nuestra ciencia también lo percibe así, es importante entender qué significa en el ámbito marcial esta idea diferente de lo que es la energía de la vida.

El Qi es un concepto tan ambiguo como abierto, que ha dado lugar a cientos de miles de interpretaciones diferentes, algunas de ellas bastante alejadas de la realidad de lo que significa en el contexto marcial. Además, este concepto puede ser abordado desde diversas perspectivas: la medicina tradicional china, el misticismo, el taoísmo, el budismo, o la práctica saludable, entre otras. No obstante, en las artes marciales, el Qi adquiere valor dentro del marco de la técnica, de la filosofía del sistema, de la "invulnerabilidad" del practicante, y como un elemento sinérgico que toca prácticamente todos los estratos que conforman estas disciplinas.

El Qi, desde mi perspectiva personal y posiblemente imperfecta, puede entenderse como una sensación subjetiva. Cada persona interpreta, siente, manifiesta y actúa sobre ella de manera diferente. Así, cuando hablamos de Qi en términos energéticos, me gusta enfatizar que lo que entendemos por Qi es el concepto de la vitalidad expresada de una u otra manera y sentida interiormente con cierta materialidad corpórea.

Es importante resaltar que somos un conjunto de una enorme complejidad, una complejidad inabarcable a nivel microcósmico. Asimismo, debemos vincular el Qi directamente al sentido que tiene en nuestra percepción a través del sistema nervioso, ajustándolo dentro de los parámetros que sí podemos constatar y que nuestra ciencia ya ha clarificado, como la temperatura, el ATP, el oxígeno o el propio metabolismo, entre otros.

El trabajo de Qigong, por ejemplo, busca acentuar esta sensibilidad, permitiendo percibir cómo a través de la respiración y el movimiento podemos acentuar estas sensaciones y cómo podemos influir en la "circulación" general del Qi. Nuestra respiración tiene una influencia directa en nuestro ritmo cardíaco, en nuestra emisión de ondas cerebrales, y en el esfuerzo que estamos realizando de forma autónoma.

lo que entendemos por Qi es el concepto de la vitalidad expresada de una u otra manera

El Qi Gong, entonces, debe entenderse como un ejercicio en el que se busca acentuar esta sensibilidad, percibir con claridad cómo a través de la respiración y el movimiento podemos acentuar estas sensaciones. Se compone de cuatro elementos muy básicos:

1. Una manera concreta de movilizar el cuerpo para favorecer la detección de zonas de tensión.

2. El tipo de respiración que estamos utilizando, que tiene una influencia directa sobre la química de nuestra sangre y la forma de procesar la información de nuestro cerebro.

3. La conciencia del movimiento para favorecer la homogeneización natural de nuestras fascias y todos los tejidos vinculados a ella en el dinamismo del movimiento.

4. La configuración de esos movimientos para que de una forma u otra podamos dotarlos de funcionalidad.

En resumen, el Qi es un elemento fundamental en las artes marciales chinas, un concepto complejo que debe entenderse como una energía o vitalidad que inunda todo y que se manifiesta de manera diferente en cada persona. A través de la práctica del Qigong y una comprensión más profunda de nuestra propia biología y psicología, podemos aprender a percibir y manipular el Qi para mejorar nuestra salud, nuestras habilidades marciales, y en última instancia, nuestra comprensión de nosotros mismos.