Encuentro deportivo pedagógico EDP 22

Hoy hemos disfrutado de nuestro primer torneo interno de Kung Fu infantil sobre las formas de animales de introducción al estilo y, también, sobre la primera forma básica del programa de Hung Gar: Mui Fah Kuen.

Este torneo entra dentro del programa «aprender a competir» que iniciamos este curso 2022. El objetivo fundamental de este proyecto es explicar y sentar las bases saludables de la competición a través de un modelo específico de aprendizaje para esta opción de la práctica.

La competición es uno de los muchos aspectos que abordamos en el estudio de las artes marciales. Como tal, es preciso que expliquemos con claridad en qué consiste, cómo abordarla y de qué forma aprovechar lo que puede aportarnos a nuestro modelo holístico e integral de práctica.

La interpretación que se suele hacer sobre el contexto deportivo de las artes marciales no siempre tiene un enfoque útil para el alumno. En muchos casos, la propia naturaleza competitiva de las pruebas da lugar a muchos malentendidos y, en el peor de los casos, a un cambio de rumbo sobre los objetivos individuales de los practicantes, que acaban confundiendo medallas con conocimiento o verdadero nivel marcial.

Nuestra intención ha sido comenzar a trabajar desde la propia base del contexto todos los elementos que permiten que utilicemos, de forma útil, todo lo que acontece en una prueba deportiva.

El resultado de este primer encuentro ha sido una gran cantidad de experiencias sobre las que reflexionar, muchos datos técnicos en los que basar nuevos enfoques pedagógicos, un profundo feedback de todo el trabajo realizado hasta ahora y una gran dosis de motivación construyendo un entorno competitivo saludable; un medio en el que prima más la experiencia y el aprendizaje que la colección de trofeos, algo que desvirtúa profundamente la propia esencia del arte.

La prueba ha sido intensa, con cuatro jueces evaluando los siguientes apartados:

Precisión y definición técnica
Espíritu marcial y sonidos
Ritmo y velocidad de ejecución
Posiciones y cambios

Como es habitual, los nervios de la prueba hacen que cambien muchos aspectos de lo que ocurre normalmente en el ambiente cómodo de las sesiones de entrenamiento. Los cambios de velocidad, la imprecisión en algunos movimientos, o una pérdida ocasional de la conciencia de las posiciones, son algunos de los elementos que observamos más afectados en este sentido. Esta información será con toda seguridad un gran argumento para acentuar el trabajo individual en todo el apartado técnico de memorización y desarrollo del estilo.

La gestión de las emociones que se han manifestado, asociadas en muchos casos a la auto valoración en relación con el puesto obtenido, o con las expectativas que se habían establecido, son igualmente un gran punto de partida para seguir trabajando la consolidación de la seguridad individual que buscamos a través de la práctica.

Una prueba de este tipo es, ante todo, un encuentro frontal con la realidad de lo que hemos aprendido, con la solidez que tienen nuestros esquemas corporales y con nuestro verdadero nivel de habilidad ejecutando los patrones de movimiento contenidos en las formas, sobre todo en situaciones con un cierto grado de estrés.

La dificultad de valorar los ejercicios de forma comparativa es siempre un reto para los que están detrás de las mesas arbitrales cubriendo ese apartado. Esa responsabilidad, entre muchas otras no menos importantes, es siempre una carga que los profesores y los alumnos avanzados aprovechan para poner también en orden este tipo de valores personales e individuales.

Estamos acostumbrados a competiciones en las que los sesgos individuales de las personas que evalúan son muy difíciles de erradicar y debemos aportar también un eje de reflexión sobre la responsabilidad que asumimos con este tipo de trabajos. Esa función es, de algún modo, el examen que hacen todos los competidores a las personas que los han evaluado. Aunque pueda parecer una ilusión, en la más profunda sinceridad de cada uno está siempre la verdadera valoración de lo que hemos hecho.

Y esta sincera y profunda valoración no tiene mucho que ver con lo que nos dicen los jueces, o con el medallero que ocupamos, tiene que ver fundamentalmente con descubrir con claridad un potencial al que estamos o no estamos dando respuesta con nuestro esfuerzo diario y nuestros logros reales.

En este sentido, la prueba es, y seguirá siéndolo durante un periodo de tiempo importante, una fuente inagotable de mejora personal, tanto en lo externo, vinculado a la técnica y a la valoración recibida, como en lo interno, dotándonos de un sinfín de pistas y utensilios para clarificar quiénes somos, cuál es nuestro potencial, qué estamos haciendo para utilizarlo, cómo nos afecta no responder a él y qué destino tiene hacia nosotros y hacia los demás todo el resultado de este trabajo.

Por estos motivos, nos sentimos profundamente agradecidos y afortunados de contar con una familia marcial como esta, llena de personas increíbles y maravillosas que comparten y apoyan nuestro trabajo desde dentro y desde fuera.

Gracias a Mónica, a Ismael, a Óscar, a Jorge y a Adrián por estar ahí dándolo todo de forma desinteresada y con un gran rigor en todo su trabajo. Gracias a Fluxus por cedernos el espacio para poder realizar este evento, sin ellos sería muy complicado poder hacer este tipo de cosas. Gracias a Nono y a todos sus alumnos de Wushu deportivo por permitirnos utilizar la sala principal en su horario habitual de entrenamiento, la hermandad de Wushu University se refuerza más cada día.

A todos y todas los que formáis nuestro Kung Fu Clan, familias, alumnado y amigos, muchas gracias, enhorabuena y esperamos que sigáis con nosotros mucho tiempo para que podamos seguir dándolo todo a los que, cada día, nos dan tanto a nosotros.

Relación de competidores del EDP2022